
- ¡No me quiero marchar, pero tu quieres conseguirlo! - Consiguió sonsacar de su lado más escondido. Llorando agarro a Mark por el brazo y lo estiró hacia su altura. - ¡No quiero irme de aquí! - Suplicó con la mirada perdida en sus ojos. Aquellos ojos que le habian enamorado desde el primer momento.
- No quiero que te vayas. - Susurró con palabras casi inaudibles. - Te necesito. - Dejó caer mientras aguantaba cualquier signo de lágrimas. - Te quiero...
Agatha se apartó de un golpe y sonrió hacia sus pies.
- Me lo dices siempre... tus palabras ya no son sinceras... estan demasiado gastadas... Me encantaria que fuese verdad pero no me puedo permitir creérmelo.
Cogió otra vez la maleta y se marchó por la puerta dónde años antes habia entrado con una alegría inimaginable.
¡Qué cambio el de Ágatha! ¿seguirás con la historia de ellos?
ResponElimina¡Qué ricos los muñequitos? ¿son tuyos?
Un muá color púrpura
* Recordará porque es difícil olvidar y las penas se clavan inevitablemente en lo más profundo del ser.
hola guapa!!!
ResponEliminaoo, me encanto, estuvo sentimental o mas bien triste a lo ultimo pero muy bonito!
me encanta, besitos
Aveces no nos damos cuenta que las palabras no son más que eso, palabras, y si no van llenas de sentimientos mejor ni oirlas.
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